En la evolución de los espacios de contacto de las marcas con los usuarios observamos cómo día a día ganan terreno los espacios propiosfrente a los espacios comprados. Como es sabido, la paulatina fragmentación de los medios conlleva que los esfuerzos de la estrategia de marketing se encaminen a fomentar la interacción con los clientes y los usuarios en espacios propios, de ahí el auge de las web corporativas que, en muchos casos, han sufrido un injusta travesía del desierto. En este sentido, las web corporativas van adquiriendo una mayor relevancia convirtiéndose, cada vez más, en el eje principal del ecosistema digital de las empresas.
Fruto de esta travesía del desierto y de la herencia de la burbuja puntocom, que llevó,tanto a grandes como a pequeños, a tener una web, con el único objetivo de disponer de un escaparate online, y que han ido creciendo desordenadamente, les surge la necesidad de replantearse una estrategia web. A ello hay que sumar el auge de las redes sociales y, sobre todo, el del mundo ‘mobile’ que introduce cambios fundamentales, de los que ya hemos hablado con anterioridad, en este cada vez más complejo ecosistema digital.
Pero ojo, no confundirse. Cuando hablamos de estrategia de nuestra web no nos referimos (solo) al rediseño de ésta en términos de usabilidad y diseño. Definir la estrategia de nuestro ‘site’ consiste en alinear los objetivos que se quieren conseguir con éste, ya sean de marca, relación, servicio o venta, con los de la compañía; además de que, evidentemente, se integre con el resto del ecosistema digital: redes sociales, movilidad, etc. Es decir, la estrategia de nuestra web debe estar integrada y supeditada a nuestra estrategia digital de compañía.
Si bien es cierto que en los últimos tiempos ha aumentado la sensibilidad sobre este aspecto, aún existen multitud de casos de ‘webs desastre’. Todas aquellas páginas corporativas que con el paso del tiempo se han convertido en un repositorio, en un interno de recoger todo lo que hace la compañía y en las que deben aparecer todas las áreas y direcciones. Un cajón de sastre que, en muchos casos, no son más que la radiografía de las lucha de poder entre áreas dentro de la compañía.
Como el espacio en la ‘home’ es finito, para solucionar conflictos de visibilidad organizativa los diseñadores han encontrado una solución técnica:los carruseles, que al permitir que vayan rotando las fotos posibilita que todas áreas tengan sus 10 segundos de gloria. Este tipo de ‘sites’ deja entrever que necesitan algo más importante que un simple rediseño o limpieza de cara, en estos casos lo que se trasluce con toda probabilidad es la necesidad de la transformación digital de la organización.
Por otra parte, aún existe la convicción de que la web tiene que ser unaúnica para toda la compañía y debe dar cabida a todos los departamentos o áreas: Cada vez más, las compañías diversifican sus espacios ‘online’ con personalidad propia, en función de sus públicos y objetivos. Es decir, no es solo cuestión de diseño, es cómo se interpreta lo digital dentro de la compañía. Por eso, la usabilidad y el diseño deben estar al servicio de estos objetivos y no al contrario. Para plantearse un rediseño de la web primero sería necesario una mirada interna y un análisis de procesos y de organización.
Evidentemente, una estrategia de la web requiere un trabajo de análisis y de propuesta de valor en profundidad pero, a modo de test práctico y de forma más que esquemática,a continuación enumero unas reglas básicas sobre qué debemos y qué no debemos plantearnos cuando nos enfrentamos a repensar cómo debe ser la web de nuestra organización:
1. Toda la compañía no cabe en la home.
2. La web NO tiene que ser una representación del organigrama.
3. Los carruseles no están para que todas las áreas de la compañía puedan aparecer.
4. Utiliza terminología que entienda el usuario, no la que emplean los departamentos internos de la compañía.
5. Utiliza la web para conocer lo que le interesa a tu usuario.
6. No olvides que la moneda de cambio en la red son los datos.
7. Los ‘gifts’ animados no te hacen ser más moderno.
8. No hagas de tu web una constante autopromoción.
9. Que aparezca un teléfono de contacto y la dirección postal no te hacen ser menos digital.
10. Lo que no se puede medir no existe.
Pero lo más importante, hay quealinear los objetivos de la web con los de la compañía.
Leave a Reply